El Diseñador gráfico es el profesional de la comunicación visual de una marca/agencia. Se encarga de plasmar en imágenes el mensaje que el cliente o la marca quiere transmitir y es una pieza fundamental dentro del marketing de una agencia de comunicación.

Es una figura clave, ya que debe conocer de primera mano las herramientas y los recursos gráficos que puedan dar forma a lo que las marcas quieren comunicar: tipografías, vectores, fotografías, colores, armonías, etc. Y saber adaptarlo a los valores de la marca.

Este es el pilar sobre el que se sustenta el trabajo del diseñador gráfico.

Necesita manejar programas y herramientas de diseño como Photoshop, Illustrator, Procreate, After Efects, Premiere, etc…ya que actualmente el diseño gráfico no se limita a un único campo, sino que se necesita para diversos formatos y plataformas, desde TV hasta vallas publicitarias, RRSS, webs, apps, y muchos más.

Pero para utilizar estas herramientas, es necesario saber cómo organizar y ordenar los elementos de una página para que los usuarios vayan en la dirección deseada. Guiar a un espectador a hacer clic en un botón, visitar un sitio web o hacer una llamada telefónica significa que todos los elementos de la página trabajan con ese fin.

Su base es la creatividad. Y es que debe estar con los ojos bien abiertos para captar tendencias nuevas ideas y aspectos relevantes de nuestra profesión y nuestro sector, con un punto de vista crítico y con vistas de adaptar las nuevas ideas a su campo.

Muchas veces nos encontramos con diseñadores que simplemente realizan entregas “que gusten al cliente”. Lo primero que debemos pensar es que el diseño va a realizar una función básica de transmitir el mensaje que se quiere dar. No solo depende del gusto del diseñador o del cliente, sino que debe alcanzar un punto en el que el consumidor comprenda el mensaje y sea atractivo y capte su atención.

¿Cómo funciona el trabajo de un diseñador en Paaspoint?

Cuando el cliente llega y pide una solución a sus necesidades, la maquinaria de Paaspoint comienza a funcionar.

Se realiza una reunión cliente – agencia en la que se expresan las necesidades y se intenta dar solución con nuestros recursos. Aquí se intenta extraer el máximo posible de información para evitar los temidos “cambios de última hora”.

Una vez recogida toda la información, junto con el equipo de Marketing, planteamos los formatos en los que se realizará el diseño y realizamos un brainstorming en base a la información transmitida por el cliente. De ahí saldrán diversas ideas y mensajes que el diseñador se ocupará de dar forma y transmitir en formato imagen o vídeo.

Ese mensaje no será exclusivamente plano, sino que en él van incluidos los valores de la marca. Esto quiere decir, que los colores, la tipografía e incluso las imágenes representan al 100% a la marca. Además, este irá adaptado al público objetivo al que nos dirigimos y su mensaje tratará de captar la atención.

Una vez realizadas una serie de propuestas, se realiza una segunda reunión con el cliente para el visionado de los diseños y ahí se realizarán modificaciones o bien se dará por finalizado. Aunque a veces, este proceso tarda más de lo deseado.

En definitiva, un buen diseñador te aportará soluciones nuevas y desde un punto de vista que nunca antes habrías pensado. Son expertos en comunicación visual y junto con los departamentos de marketing realizan el tándem perfecto para tu empresa.

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